5 de junio de 2007

El punto ciego del ojo

Hace poco tiempo me enteré de que tenemos un punto ciego, un punto en que no tenemos visión. Puede ser que mucha gente haya pasado la vida entera sin notar que existe un hueco en lo que está viendo. ¿Cómo así? Hasta que no hagas la prueba, es posible que no me creas.



Vamos a hacer la experiencia con la siguiente figura. Colocate a unos 30 cm de la pantalla y cerrá el ojo izquierdo, fijá tu ojo derecho en la cruz (sin girar la cabeza) y alejate lentamente.



¿Pudiste observar lo mismo que yo? ¡Claro que sí! El punto desapareció por un momento. Vamos a ver por qué ocurre el fenómeno, y para eso te voy a contar brevemente algunas cosas sobre la anatomía del ojo humano.


La esclerótica es la parte blanca, la córnea es la parte transparente que está delante de la esclerótica y está curvada para ayudarte a torcer la dirección de la luz. Está la pupila, que es una apertura que deja pasar la luz, el iris que es un músculo que regula justamente la entrada de luz (la parte de color), el cristalino, que vuelve a doblar la luz y la concentra en una parte del fondo del ojo.

Me quiero detener en las siguientes tres partes, ya que son importantes para entender el por qué del punto ciego.

Retina: es un tejido fotorreceptor, el plano sobre el que se proyectan las imágenes. La imagen que se forma en ella es invertida, y corresponde (de una forma un tanto deformada) a la imagen del objeto sobre el que se ha reflejado la luz que penetra hasta el fondo del ojo. Tiene 3 capas, en la más profunda tiene las células fotorreceptoras, que son de dos tipos: conos (para visión diurna) y bastones (para visión nocturna).


Allí se absorbe la luz y se transforma en energía electroquímica que se transmite al cerebro por medio de las fibras nerviosas del nervio óptico y esto es lo que produce la visión.


Fóvea: se trata de la zona con mayor densidad de fotorreceptores. No existen bastones, sólo conos en una estructura altamente compacta, y con una forma ligeramente distinta a la que presentan en el resto de la superficie retinal. Cuando fijamos la mirada en un objeto no hacemos otra cosa que mover la cabeza y los ojos para que la proyección de su imagen en el fondo del ojo se realice precisamente aquí.


Nervio Óptico: es un haz formado por los axones de las células ganglionares de la retina. El punto en el que se concentran todos los axones es el único en toda la retina que carece de células fotorreceptoras y es por eso no tenemos visión en ese lugar de la retina.

El descubrimiento de este punto ciego se lo debemos a Mariotte, sólo que este señor no se planteó la parte más importante de este descubrimiento, y decidió usarlo para divertir al rey mostrándole cómo se verían sus súbditos decapitados antes de proceder a cortarles la cabeza.

Ahora, lo más interesante de la cuestión es: POR QUÉ NUNCA LO NOTAMOS??? ¿Por qué nunca vimos que existía un hueco en nuestra visión, si el tamaño a la distancia de este punto ciego puede ser el de una casa? Si querés saber el motivo hacé clic aquí.

Fuente: http://www.uam.es/personal_pdi/psicologia/travieso/web_percepcion/sistemav.html