Justo cuando me decido a saber cuán tonta soy me vengo a enterar que es tarde para saberlo. Estuve investigando un poco sobre el cociente (o coeficiente) intelectual, y lamentablemente para que los datos sean correctos se debe medir por lo menos antes de los 20 años.
Y yo que pensaba usar eso como excusa cada vez que no entienda algo...
Coeficiente intelectual(según el diccionario de la RAE):
Cifra que expresa la inteligencia relativa de una persona y que se determina dividiendo su edad mental por su edad física.
Al parecer todo comenzó con un tal Binet (si me escuchan los que saben hablando así me matan). Este señor investigó sobre la edad intelectual de los niños, y los fue catalogando según sus edades mentales. Los grupos sobre los que realizaba los test eran de la misma edad cronológica y de estos grupos heterogéneos obtenía unos grupos más homogéneos en la edad mental.
Pero con esta metodología no podía saber si un niño era más o menos inteligente con respecto a otro grupo de niños de edad cronológica distinta, por tanto no eran datos fiables.
Pero por suerte otro señor que seguramente fue importante y cuyo apellido es Stern contribuyó relacionando lo anterior con una ecuación con la que se puede saber cual es la relación entre grupos de edades distintas. Este concepto tiene bastantes críticas de tipo estadísticas y de tipo psicológico:
Estadísticas:
1ª. El desarrollo de la inteligencia no es uniforme. Se pretende así obtener una medida exacta propia de las matemáticas para un proceso que no es uniforme.
2ª. El IQ no se puede emplear en la edad adulta ya que nuestra inteligencia va aumentando hasta una determinada edad. Suele estar formada desde los 16 hasta los 20 años, a partir de aquí no se va a utilizar mejor la inteligencia lo único que aumenta son los conocimientos, el contenido, es decir el razonamiento abstracto, el juicio, etc. A una cierta edad se estanca el valor del IQ y por tanto los datos obtenidos a partir de ciertas edades no son fiables.
Psicológicas:
1ª. Crítica sobre la idea de constancia. Se pensaba que el IQ era constante pero esto no es cierto, puede haber cambios más o menos regulares pero no es un proceso uniforme. El concepto de uniformidad y de constancia tiene que ver con la idea de que la inteligencia tiene un alto componente hereditario. La solución ante esta postura innatista de la inteligencia es hacer mayor hincapié en los condicionantes ambientales de la inteligencia (la educación, el contexto cultural).
En la actualidad los datos de los test que tratan de medir también las influencias del factor ambiental son más uniformes pudiendo pensar que el factor ambiental es poco determinante. Esto no es cierto, lo que ocurre es que hay una uniformidad cultural en todos los países desarrollados, en casi todos hay un modelo cultural parecido al americano exportado por sus películas, por tanto hay una contaminación cultural importante en los test, indicándonos que el factor ambiental también influye en los resultados de los test.
Básicamente podemos decir que el IQ se relaciona con la habilidad para tratar conceptos abstractos, aprender y adaptarse a nuevas situaciones, resultando un índice esencialmente de la capacidad intelectual.
Las variables motivacionales, emocionales y actitudinales son determinantes importantes del aprovechamiento en todas las áreas; de hecho, algunos psicólogos incluyen componentes de personalidad en su definición de inteligencia, por ejemplo en la inteligencia emocional.
En otro post seguramente hablaré sobre la inteligencia emocional, un tema bastante interesante...